domingo, 28 de julio de 2013

D`DESPECHOS....LOS BOLEROS Y LAS COPAS

Quien no ha experimentado en su vida un Despecho? Yo dificulto que exista alguien que lo pueda afirmar, y es que el despecho forma parte del paquete que llamamos "emociones". Las emociones son una respuesta a una situación. Su forma de expresión es variada y esta va a depender primeramente de la persona que la experimenta seguido del entorno en medio del cual se desarrolla la situación en cuestión. Cuando analizamos este contexto nos damos cuenta de que son muchas las situaciones bajo las cuales expresamos emociones: un amor, alcanzar una meta, el nacimiento de un hijo, la muerte, problemas económicos, una enfermedad, diferencias familiares o con amigos, una ruptura amorosa y muchas mas; cada una de las cuales desencadena una respuesta que si bien difiere según la persona generalmente siguen un patrón mas o menos constante que permite, luego de un seguimiento histórico y estudios psicológicos, predecir lo que se puede esperar de una persona ante una situación en especial. El tema del despecho es quizás el que mas fascinacion puede despertar, tanto asi que hoy hablo de el a sugerencia de mi buen amigo Ramon Martinez quien queria leer mi vision en torno al tema;  y es que detrás de grandes amores hay grandes despechos que nos marcan al punto incluso de nosotros personas totalmente diferente. En esta oportunidad me voy a permitir a hablar del despecho visto desde esas experiencias que o bien hemos tenido o bien hemos visto en las demás personas. El Despecho da para eso y un poco mas, es una situación que genera una verdadera cascada de emociones que si bien en un principio pueden ser muy fuertes y asfixiantes, luego de un tiempo que no esta determinado, su recuerdo nos produce risas. La razón? la fuerte carga emotiva que trae consigo y la manera de expresarlas, haciendo referencia a un pasaje del monologo de Luis fernadez "No eres tu soy yo" y resumiéndolas en dos palabras EL DRAMA. El genero humano es por naturaleza Dramático, en mayor o menor medida pero siempre dramático. Todas las emociones están conformadas por el drama tanto en hombres como en mujeres, y es que negar tan solo que tenemos y podemos expresar sentimientos es una acción de fuerte componente dramático. De ahí que grandes escritores se hicieran de un nombre y trascendieran en la historia; tomaron el Amor y el Despecho, le adicionaron una fuerte dosis de Drama y crearon esas grandes obras que a lo largo de la historia han servido para inspirar nuevas obras que compiten por captar la atención de todos en general. Como no hablar hoy del despecho entonces si todos lo hemos experimentado? 

Yo he vivido el despecho como amigo espectador y como enamorado sufrido. Cuando fui amigo espectador o el confidente de alguien. Cuando eres el "amig@" de un despechado te toca soportar el drama de esa persona que se siente morir; te tienes que preparar y llenarte de paciencia para sobrevivir  a un periodo cargado de emociones que no estas viviendo tu. Acaso puedes negar que ante la extensión y la intensidad del despecho de ese amigo o amiga la paciencia se nos agota y terminamos fatigados y sin ganas de ver al menos por un tiempo a esa persona? Agotamos las palabras de animo, se nos agota la tolerancia y salimos despavoridos y asqueados de tanto Despecho melodramático. Brindamos esa solidaridad automática pero ya después de unos días terminamos hartos y evitamos con excusas muy variadas seguir soportando aquel llanto que incluso llegamos a catalogar como cursi. Eso si, nos convertimos en excelentes profesionales de la actuación en donde no nos permitimos expresar nuestras emociones, solo somos el apoyo solidario para que nuestro amig@ supere en el corto tiempo su despecho; nos "ladilla" pero somos amig@ y debemos aguantar. Así nos convertimos en un personaje mas que con hábil destreza un buen dramaturgo incorpora a su obra; no hay despecho sin un confidente.

Totalmente distinto es cuando somos nosotros quienes estamos despechados, cuando vivimos la experiencia de un fracaso amoroso hacemos de el despecho una verdadera novela, en la que el drama se multiplica por mil. Reaccionamos de diferentes pero a su vez similares maneras; para que un despecho sea memorable demanda de elementos que le hagan trascender y los adicionamos de manera consciente e inconsciente a nuestras reacciones. El despecho demanda oír canciones que desgarren nuestro corazón, demanda saciada gracias a esos autores que, viendo en ella una oportunidad de lucrarse nos han brindado temas clásicos para sobrevivir al despecho. 

El bolero es por excelencia el gran representante de este estado emocional; con el bolero rasgamos nuestro pecho y tomamos en nuestras manos el corazón que aun latiendo derrama como las lágrimas la sangre, esa que transporta a cada célula el amor que nos están arrancando. queremos lanzar lejos ese corazón herido y con una fuerte dosis dramática expresamos  tras un gran trago de licor"Mas nunca me enamorare".Lloramos, cantamos, recordamos y pataleamos. El causante de nuestro despecho pasa de ser el amor perfecto a el desgraciad@ que nos robo las ganas de vivir, vemos enemigos en todos lados, queremos dar lastima y comenzamos a transitar durante días de amig@ en amig@, queremos atención y logramos espantar a quienes están a nuestro alrededor y seguimos en solitario oyendo boleros desgarra venas y purificando nuestra sangre con alcohol. El tiempo razonable es variado. Como una vez me dijo a modo de consuelo, quien estaba rompiendo conmigo: "tenemos que vivir el duelo". Maravillosos elementos que un dramaturgo amalgama para plasmarlo en obras memorables con las que nos vamos a identificar y con las que al final terminamos riéndonos. Y es que el despecho sirve para llorar y para reír, sirve para actuar de forma impulsiva o para encerrarnos. El despecho nos lleva a meternos en la cama de un amante fortuito que nos puede dejar un sabor amargo o bien nos puede brindar la oportunidad de saciar el dolor. Un clavo saca otro clavo, muy cierto pero ojo, no termines esa noche de pasión con un "te amo" o con un "tu me quieres?"  estas dos frases que generalmente pueden estar implícitas en nuestro despecho son la muestra de que no somos responsables de nuestros actos y de que estamos realmente fuera de toda razón ante lo que espantamos a quien se permitio a través del sexo intentar hacernos olvidar; no confundas sexo de despecho con un nuevo amor. Mejor vive tu despecho bajo las notas dramáticas de un  buen bolero y un buen licor, no abuses de la tolerancia de tus amigos y nos busques un nuevo amor; luego que pase esta tormenta, te darás cuenta de cuan ridículo pero valido es reconocer que un día fuimos victimas de El Despecho y te reirás como yo me he reído al recordar esos despechos bajo los cuales permiti que las copas embriagaran mis actos trabando mis pasos y mi lengua.       

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