Si, “Blue Rey”, no es un error al
escribirlo. A lo mejor cuando leíste el
titulo pensaste que íbamos a hablar de este reproductor de películas en formato
HD y de seguro pensaste que incurrí en un error. Pero en realidad estoy usando
un juego de palabra un tanto pícaro y con doble sentido. Los avances tecnológicos
avanza con pasmosa velocidad y cada día nos maravillamos ante la oferta de
nuevos equipos que buscan posicionarse del mercado, la competencia de las
grandes corporaciones trabajan en el desarrollo de nuevas tecnologías; hoy día tenemos
el mundo en nuestras manos, para el disfrute pleno de ello tan solo se requiere
navegar y estar atento con los lanzamientos, aunque acceder a ello represente
una fuerte inversión de dinero.
Pero no nos desviemos del tema en
cuestión de este día; aunque este forme parte de esos desarrollos te la ciencia
y tecnología. Una de las grandes preocupaciones que como hombres tenemos es la
temida “Falla” al momento de tener intimidad. El acto sexual pleno demanda de
la armónica relación del estimulo visual, el tacto y el deseo como mínimo;
confluyen todos los sentidos y estos se convierten en detonantes para activar
esa cadena de eventos fisiológicos que
logran un desempeño exitoso de nuestra sexualidad activa. Si te pones a
pensar nosotros no nos detenemos a analizar todos estos eventos, tan solo nos
entregamos de lleno en el acto intimo, queremos obtener placer esa es la meta
que a veces nos convierte en egoístas; nos ocupamos de nosotros y no de la
pareja con quien intimamos. Dejamos de lado el maravilloso preámbulo, y muchas
veces precipitamos la acción de profundizar dentro de quien nos recibe; “no hay
tiempo para el pre y el post”, alentado incluso por el deseo voraz de la
persona que nos acompaña en la cama, esta ultima muchas veces demanda de
nosotros el mejor desempeño, está prohibido fallar, y esto se convierte en otro
factor negativo aparte del reducido tiempo para ejecutar la acción.
Sin darnos cuenta nos dejamos
arrastrar por este abismo erótico que con el tiempo ha ido atentando en contra
de nuestra sana y plena vida sexual; es así como se estaban presentando “Fallas”
en el desempeño masculino. Si bien nunca prestamos atención a esos eventos que
normalmente confluyen para lograr una erección y el consecuente acto sexual hoy
día si somos víctimas de todos estos factores que atentan negativamente sobre
nuestra sexualidad; disfunciones eréctiles
asociadas a diferentes causas hicieron que se prestara atención a esta situación a fin de encontrar una solución.
La farmacología se aboco al desarrollo de principios activos que contribuyeran
a solucionar parte de las causas de estas fallas. Durante años se realizaron
estudios y pruebas bilógicas. El resultado: una píldora mágica que vendría a
revolucionar la industria. Prácticamente un milagro, un salvavidas para muchos que
creían haber entrado en la etapa senil y casi con resignación habían optado por
dejar de lado la vida sexual activa.
El viagra irrumpió en la
industria, una tableta azul milagrosa que garantizaba en quien la consumía la obtención
de una erección plena y sostenida de su miembro para el desempeño satisfactorio
del acto sexual. En teoría su uso estaba dirigido a hombres de edad avanzada
que, previo chequeo médico, recibían la prescripción del mismo, el hombre
recobraba un poder, la mujer recobraba la posibilidad de satisfacer sus deseos íntimos;
todo un éxito de la ciencia; y en corto tiempo esta tableta se posiciono como
un Rey Azul.
No paso mucho tiempo para que la mayoría
de los hombres se atreviera a probar las bondades del “Blue Rey”. Creo que todos los programas de televisión
en algún momento presentaron algún capítulo dedicado al tema, la comedia y el
drama tomaba a esta milagrosa tableta y en torno a ella exaltaba la dicha de
entrar en la batalla sexual con un armamento atómico, el misil ya tenía un el botón
que detonaba su lanzamiento y casi de forma natural todos los hombres se animaron
a probar esta maravilla, bien por curiosidad o por mito, depositaron en el viagra
la casi exclusiva responsabilidad de garantizar el mejor desempeño sexual, no
importaban los oportunamente mencionados efectos secundarios. Se hizo común ver
aquellos rostros y piel enrojecidos no
por rubor si no por uno de los efectos, el dolor de cabeza era otra de esas
reacciones que bien estábamos dispuestos a soportar con tal de probar esta
maravilla terapéutica. Se hicieron bromas y también se hablaba de forma muy
seria del tema.
La ciencia continuaba realizando estudios para mitigar estos
efectos secundarios y prolongar los efectos milagrosos de estos fármacos, se
crearon nuevas drogas más efectivas y también más costosas, la competencia dio
la partida, productos genéricos y de marca son ofertados y todos con seguridad
en algún momento bien por curiosidad o por resolver sin análisis médico esas
fallas que nos pueden someter al escarnio público. No nos engañemos, la noticia
de una falla muchas veces se difunde como pólvora encendida, no queremos que
esto nos pase; no analizamos la causa natural de esta falla que muchas veces está
asociada directamente con factores externos como el estrés, cansancio, presión ante
la demanda de nuestra pareja, falta de tiempo y precipitación del acto sin el
previo y sano disfrute de la seducción.
Valido o no, necesario o accesorio el BLUE REY
se ha convertido en nuestro aliado, debates en torno a él siempre existirán,
hay quienes afirman no necesitarlo, otros lo usan y niegan haberlo hecho ni por
curiosidad siquiera, los más relajados admiten su uso y todos alguna vez
experimentamos ese dolorcito de cabeza, el precio de experimentar una erección única
que para el momento nos consolido como reyes del sexo. Como no rendirle hoy un
tributo a esta maravilla y bautizarla como BLUE REY o rey azul. El viagra irrumpió
para quedarse pese al desarrollo de nuevos fármacos, su bajo costo le garantiza
vigencia larga en el tiempo.
La verdad es que si no hay estimulación visual o física no se logra una erección, con o sin VIAGRA. Hoy en día son más efectivos otros fármacos como el "CIALIS". El VIAGRA tiene una duración de erecciones controladas por estimulación de 4 a 6 horas, el CIALIS tiene una duración de erecciones controladas por estimulación de 72 horas.
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