En esta suerte de viaje consciente que a diario
realizo por mi Yo interior me he conseguido
muchas veces con una situación bien particular: La opinión que tengo de
mi; como me veo, que pienso de mi; que
estoy transmitiendo y como lo estoy haciendo. Hoy quiero hablarles precisamente
de esta experiencia y compartirla con ustedes. La mayoría de las veces actuamos
de forma autómata dejando de lado el ejercicio de internalizar dentro de
nosotros. Salimos dispuestos a enfrentar los retos, a resolverlos y a obtener
un beneficio y finalizamos la jornada con una sensación extraña que no
podemos describir. Esta sensación nos va robando parte de nuestra esencia y
poco a poco nos convertimos en víctimas de una errada concepción de quien está
bien y quien está mal. Lo que nos rodea “dicta” la tendencia y si no estamos
dentro de ella comenzamos a sentirnos desplazados; no nos encontramos y así
comienza ese peregrinar de la dura falta de auto valoración. Creemos que
dependemos de la aprobación de los estándares que dictan las tendencias y los círculos
sociales en donde nos desenvolvemos y si no logramos esa aprobación caemos en
cuadros depresivos que nos van aislando, esto atenta contra nosotros y si no
tenemos consciencia de ello poco a poco vamos hundiéndonos más en ese hueco que
vamos cavando y que llamamos “Autocompasión”.
La autocompasión es un sentimiento agrio que sin
darnos cuenta vamos exteriorizando dejando en evidencia un problema que no
podemos ver y que en muchas oportunidades lejos de que conseguir el apoyo de
nuestros amigos produce el rechazo. Y es que la autocompasión es un grito
irritante y molesto que espanta a quien nos rodea, no sabemos oírnos y no
sabemos cómo hacernos oír, nos vamos quedando solos y nos vamos deprimiendo más
y más entregándonos al abandono. ¿Es una situación definitiva e irreversible? Si
no lo aceptas como un problema tuyo y no de la gente que te rodea podría serlo.
Lo que te rodea es solo un factor externo, no es determinante si sabes cómo manejarlo;
lo que pasa es que muchas veces no sabemos ni enfrentarlo y mucho menos
manejarlo. Hace como 4 años producto de una situación dura en la que mi salud
se vio comprometida, mi vida cambio; no podría negar que en el momento recibí
innumerables muestras de solidaridad y de apoyo. A diario tenia la visita de
mis amigos y de mi familia y ello me daba ánimo. Con el paso del tiempo me di
cuenta de que ya no tenía la misma atención, pasaba días sin recibir visitas,
solo veía a mi mama y a mi papa, no me sentía bien, cuando veía a mi mama
sufrir porque estaba yo en una cama me sentía mal y sin darme cuenta comencé a
caer en un cuadro de autocompasión, en el momento fue un buen estimulo, me vi
en la necesidad de incorporarme a la vida y salir a la calle poco a poco, pero
el mundo hacia tiempo que había seguido sin mí y me vi como un naufrago que
luego de que el barco se hundía se veía en medio de un océano de incertidumbre.
Sentí miedo, no sabía hacia dónde dirigir mi vida. Tuve afortunadamente una
pequeña luz que me mostro un camino y lo tome. Gracias a un buen amigo que
siempre se mostro sinceramente preocupado por mi tuve la oportunidad de
comenzar a trabajar, Carlos me permitió tener un ingreso revendiendo lo que el producía
y así me fui haciendo de una base con la que pude primeramente brindarle a mis
padres parte de lo que ellos me habían dado, no dude un minuto en honrarles y
fue así como pude incorporar a mis hermanos en la idea de celebrar sus bodas de
oro y lo hicimos en medio de un clima lleno de amor y de unión familiar. Pero yo
sentía dentro de mí que había un vacio; no lograba entender porque estaba o me sentía
tan solo, estaba cayendo en la autocompasión y la depresión. Afortunadamente hubo
alguien que un día me vio y supo apreciar la tormenta que estaba viviendo y me tendió
la mano, me ofreció la posibilidad de hacer terapias y de internalizar buscando
dentro de mí la causa real de mi sensación de vacío y de autocompasión. Me hizo
ver que el problema estaba en mí y poco a poco con ejercicios de meditación y
de auto evaluación comencé a optener herramientas con las que he podido
enfrentar esas pequeñas crisis que aun puedo experimentar. Gracias a Orlando
pude aprender a aplicar esos conocimientos sencillos y con ellos he ido aprendiendo
a valorar mi ser y lo que soy. Aprendí primeramente que no hay nada
concluyente, lo malo o lo bueno que me pase va a depender de lo que decrete a
diario y que debo tener cuidado de las palabras que use porque todo cuanto digo
o pienso va a atraer algo a mi vida. Aprendí
a que no debo depender de la aprobación de quienes me rodean para sentirme a
gusto, debo depender de mi justa valoración y de el desarrollo de mi amor
propio. Si tengo amor propio tendré un valor positivo de mí y lo exteriorizare
de modo que todas las personas que me rodean lo aprecien y lo valoren. Aprendí
que no se trata de el desarrollo de un ego o de modestia recargada, se trata
simplemente de reconocerme humano y que como humano tengo defectos, aprendí a
reconocer mis defectos y trabajar en base a ellos para cambiarlos por virtudes
que estén a mi disposición y a la disposición de quienes estén a mi lado. Creo
que la palabra que mejor puede englobar este aprendizaje es “CREER”. Si Creo en
mí y tengo confianza en mí los demás van a creer. Hoy quiero decirte que no hay
nada que no puedas lograr si Crees en ti. No te creas menos que los demás, no
te creas más fea o feo. Nadie es quien para dictar un estándar de belleza. No
coloques en el aspecto físico tanto peso, antes bien aprecia tu belleza sea de
la naturaleza que sea y ten en cuenta que allá afuera hay alguien que no ve tu
belleza física si no tu esencia y que esta se irradia y brillas; hace unos días
una buena amigo a quien admiro me envió una foto en la que logre ver belleza.
Abi mi amiga es una mujer que ha recibido muchos golpes y hoy día está luchando
por encontrarse con su yo interior y en esa foto había una sonrisa pura un
brillo en su aura y una armonía en su ser.
A lo mejor no ha logrado la plenitud pero está trabajando en ello y le
dije que creyera en ella y en su belleza. La vida es una sola y puede resultar
muy corta en la medida que dediquemos tiempo a la autocompasión. Deja de lado
tus complejos y aprende a valorarte y a quererte y veras como de manera automática
recibirás de tu entorno amor y valoración.
Buen tema y buenos consejos q en cualquier momento de la vida se pueden aplicar. Gracias. :)
ResponderEliminar