viernes, 16 de agosto de 2013

D`COMO NUESTRA EPOCA SIEMPRE SERA LA MEJOR


No importa cuántos años tengamos, por muy adultos que seamos hay algo que no se puede negar, fuimos niños y jóvenes y esta realidad se aletargada en nuestra memoria, nunca muere. Basta tan solo que en medio de una reunión de contemporáneos se hable de todo aquello que nos marco para darnos cuenta que podemos avivar a ese niño o joven que está grabado en nuestro ser. Todo aquello que nos acompaño en nuestra época nos  marco y nos formo, somos imagen viva de la década de nuestra generación; caemos en cuenta de ello cuando afirmamos, repitiendo el patrón de nuestros padres o de generaciones pasadas, que como “nuestra época no hay”.

Cuando oíamos esta expresión de nuestros padres y/o de nuestros hermanos mayores, muchas veces nos reíamos, nos creíamos la generación que mandaba y que dictaba pauta bajo la influencia de la moda, los programas de televisión y de las tendencias. Todo aquello que formaba parte de los recuerdos de nuestros mayores era objetivo de nuestras burlas porque evidentemente creímos que lo que nosotros estábamos viviendo era la cima de una cumbre conquistada por nosotros, la juventud de relevo.

Nunca creímos que esa “cima “no era sino un pico y que tras él se erigía una montaña imponente y virgen a la espera de nuevas generaciones. Nuestra mente e imaginación no nos permitía verlo. Es por ello que esta realidad ha permitido que a través de los años en todas las generaciones permanezca vivo ese niño o niña y jóvenes que una vez fuimos. Es esa vigencia la que nos hace sonreír con agrado cada vez que lo recordamos y a veces hasta dejamos aflorar con nostalgia el deseo de que aquella época que nos marco regrese a nuestros días.


Los juegos de calle, la televisión, la moda y las tendencias siempre serán las bases bajo los que todos nos desarrollamos, en mas o menor grado de influencia todos hemos crecido y siempre vamos a considerar que nuestra época será la mejor. En mi caso debo reconocer que afortunadamente crecí con una sutil mezcla de esos factores que marcaron generaciones pasadas y que junto con los factores que para mi época marcaban pauta forjaron en nuestra generación un carácter bien especial. La televisión recibía la influencia de producciones extranjeras sin que esto impidiera la oferta de iniciativas propias.
Compartimos bloques de producciones infantiles que entretenían a nuestros hermanos mayores y que adoptamos como nuestros, confluíamos mayores y menores en torno a esos clásicos que con tanta nostalgia hoy día recordamos.
Éramos fieles seguidores de series como El Zorro, Superman (en blanco y negro), El Llanero Solitario, Daktary, Tarzan, Los Munster, Los Locos Adams, El super agente 86, Batman y Robin,  Misión Imposible, que sobrevivían junto con esas series propias de la época como Starky y Hutch, La Isla de la Fantasía, Swuat, Columbo, Dinastia, El Bote del Amor, La pequeña casa de la pradera, Hulk, Corre Joe corre, Viaje a las Estrellas, los micros del Libro gordo de petete y demás series que nos reunía como familia en la sala en torno a un solo televisor.


La programación infantil  era también una combinación de series viejas y nuevas que captaban nuestra atención, series animadas como Los Picapiedras, Los Supersónicos y Meteoro entre otras convivían con esas caricaturas como Simbad el marino, Félix el Gato, Marino boy y la patrulla oceánica, Las recordadas Fantasías Animadas de ayer y hoy, Bugs bunny, Porky, Piolín y silvestre, Tom y Jerry, Pixie y Dixie, Maguila el gorila, El corre caminos y el coyote, La Pantera Rosa, scooby Doo, Las fantasias de Disney, Fantasmagórico, el capitán centella, Los Super amigos y pare usted de contar todas compartiendo con series de otras épocas como Ultraman, Los monstruos del espacio, La señorita cometa, La pandillita, abbot y Costelo; Los 3 chiflados  y el chavo del 8.
A su vez se abrían paso series contemporáneas a nosotros, cuántos de nosotros podría negar haber caído bajo el encanto de Candy candy, la infancia de Heidi, El drama de Marco y de Remi. Quien puede negar que en algún momento se sintió Coji Kabuto luego de ver como combatía con los monstruos mecánicos creados por el Dr. Hell en Mazinger Z?
yo por lo menos tuve la dicha de haber desarrollado con el poder de mi imaginación todas esas aventuras y me las creí junto con mis vecinos aquellos que para ese momento eran mis otros hermanos y que junto con mi hermanito formábamos una pandilla bien inocente.
Veíamos la tele hacíamos apresuradamente las tareas del colegio y salíamos a jugar a la calle ya hacia el final de la tarde para dar paso a esos juegos clásicos como El Escondido, Fusilado, Pise, La ere, Cero con tramposero, en tiempo de vacaciones durante las mañanas jugábamos trompo, metra, pelotica de goma, pareita, y demás juegos que siempre seducían a los mas mayorcitos para confluir adultos y menores en días de inigualables e irrepetibles juegos tradicionales y que bien podíamos combinar con esos juegos tecnológicos que comenzaban a irrumpir como el Atari con sus clásicos Space Invaders y Pac-man.


Dicen que recordar es vivir, es común repetir aquello de que: Como nuestra época no habrá y siempre vamos a copiar el patrón de criticar las tendencias bajo las que se desarrollan nuestra descendencia; es natural y eso se repetirá por siglos, pero créanlo o no y en defensa de ese niño que vive en mi yo me atrevo a decir “Como mi Época no hay”

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